Malvado Shidi - Capítulo 2: Shidi
Capítulo 2
Shidi
“¿Meng Chen?", el Anciano Yu de la Cumbre Yuhua también se sorprendió un poco, "¿Por qué estás aquí?"
Como todo el mundo sabía, a Meng Chen de la Cumbre Tianji siempre le había gustado la tranquilidad, rara vez salía, habiendo heredado el temperamento de su maestro. Salvo por las ceremonias sectarias necesarias, rara vez aparecía en ocasiones animadas. ¿Por qué había decidido venir hoy?
"Siguiendo las instrucciones del maestro, estoy aquí para aceptar discípulos en su nombre", Meng Chen se inclinó ante los ancianos, y luego caminó directamente hacia los nuevos discípulos bajo la mirada de todos.
“Shidi”, se detuvo frente al joven vestido de negro al final del grupo, y luego preguntó ante las innumerables miradas llenas de asombro:— ¿Estarías dispuesto a unirte a nuestra Cumbre Tianji?
Todos estaban demasiado aturdidos para reaccionar.
¿¡La Cumbre Tianji está actualmente reclutando nuevos discípulos!?
Incluso Yu Nian se estaba atónito, cuando volvió en sí, le preguntó: "¿Ha vuelto el Señor Inmortal Zhongli?".
—No lo ha hecho —respondió Meng Chen, con el rostro ligeramente ladeado—. Es solo que el Maestro lleva muchos años viajando por el extranjero, y hace muchos años les dijo a este discípulo que si había alguien con un talento excepcional, podía aceptarlo en la Cumbre Tianji en su nombre.
Varios ancianos ya habían oído hablar de este asunto.
Zhongli Jing era una persona misteriosa y difícil de ubicar, siempre en reclusión o de viaje. Al ver el poco número de discípulos en la Cumbre Tianji, el Líder de la Secta Taixuan sugirió que si no podía regresar a reclutar discípulos, podía delegar esta tarea a sus discípulos.
Así que Zhongli Jing entregó este asunto a Meng Chen.
Sin embargo, a lo largo de estos años, Meng Chen nunca había ejercido este derecho de aceptar discípulos en nombre de su maestro. Todos sabían que él era increíblemente talentoso, por lo que, naturalmente, sus estándares serían altos. No esperaban que él hoy finalmente encontrara a alguien que aprobara.
Los demás ancianos no se atrevieron a competir por esta prometedora semilla en la que la Cumbre Tianji había puesto sus ojos, y sólo pudieron retirar su mirada de mala gana. Mientras tanto, todos los demás, ya fueran nuevos o veteranos, centraron sus envidiosas y ansiosas miradas en el joven de negro, deseando poder estar en su lugar en ese momento.
¡Ese era la Cumbre Tianji!
¡¡Ese era Meng Chen!!
Bendito chico, ¡¿Qué clase de suerte de perro has tenido para encontrarte con tremenda fortuna?!
El joven vestido de negro también parecía aturdido por este repentino golpe de buena suerte. No dijo ni una palabra, pero apretó los puños, mirando fijamente al joven que tenía delante sin pestañear. Al ver esto, la multitud estalló en carcajadas. Al conocer al hermano Meng Chen, ¿quién no se había quedado boquiabierto de esa manera?
Una osada shijie de la Cumbre Bixia llamó al joven riendo. “¡Shidi, despierta! Si no estás dispuesto, entonces esta shijie tomará tu lugar”.
Los discípulos rieron aún más alegremente, instándolo.
"¡Vamos shidi, date prisa y acepta! ¡Esta oportunidad no se volverá a repetir!"
“¡Me muero de ansiedad! Shidi, sé que Meng shixiong es bastante guapo, ¿¡pero al menos puedes entrar primero a la Cumbre Tianji antes de seguir mirándolo!?”
Meng Chen no prestó atención a las burlas de sus compañeros, sólo miró en silencio al joven de negro que tenía delante.
En su vida anterior, no estuvo presente cuando se unieron los nuevos discípulos. Sólo escuchó más tarde que había un discípulo con una aptitud sobresaliente, en quien los ancianos de la Cumbre Wuzhao y de la Cumbre Yuhua habían puesto sus ojos. Sin embargo, ese discípulo declinó cortésmente, declarando que no se uniría a ninguna otra cumbre que no fuera la Cumbre Tianji. Todos se rieron de él por no conocer sus propias limitaciones, los dos ancianos sacudieron la cabeza y se marcharon. Pero ese discípulo se negó a rendirse, y, de hecho, se arrodilló frente a las puertas de la Secta Taixuan, donde permaneció durante medio mes.
Durante este medio mes, sin importar el viento o la lluvia, los truenos o los relámpagos, las rodillas del joven nunca se movieron ni media pulgada de las losas de piedra azul. Al final, fue el Líder de la Secta Taixuan quien vino personalmente, conmovido por la aptitud y el carácter del joven. Envió un mensaje para preguntar al errante Señor Inmortal Zhongli, y lo aceptó en la Cumbre Tianji.
En ese momento, cuando Meng Chen se enteró de esto, sólo admiró la resiliencia del otro. Ahora, pensándolo de nuevo, se sintió algo desconsolado.
No tenía intención de dejar que el otro sufriera así por segunda vez.
Su expresión se suavizó aún más mientras extendía su mano. Su palma, tan blanca como el jade, estaba ante el joven. Él repitió su invitación anterior. "Shidi, ¿quieres venir a nuestra Cumbre Tianji?".
◈ ◈ ◈
La Cumbre Tianji estaba en la parte más alta de la Secta Taixuan, lo que llevaba un tiempo para subir.
Meng Chen iba al frente, mientras que el joven vestido de negro llamado Xue Lang le seguía con cierta distancia. Después de mirar fijamente su espalda por un tiempo, repentinamente exclamó. "Oye".
Meng Chen se detuvo y se volvió para mirarlo. "¿Qué pasa?"
"Déjame dejar esto claro", Xue Lang lo miró con frialdad. "Aunque me hayas dejado entrar en la Cumbre Tianji, no te estaré agradecido. Vine aquí para hacerme más fuerte, y te superaré tarde o temprano".
Después de una pausa, un sutil atisbo de burla apareció en el atractivo rostro del joven. "Además, hace tiempo que he oído hablar de tu reputación. Siempre pensé que eras un genio extraordinario, pero ahora que te veo, no eres gran cosa".
Si alguien más hubiera estado presente, seguramente montaría en cólera, señalaría al joven como un ingrato. Si no fuera por la rama de olivo que Meng Chen le extendió, nunca habría conseguido unirse a la universalmente admirada Cumbre Tianji. Habría estado bien si no le hubiera agradecido por tan enorme beneficio, pero en realidad hizo comentarios sarcásticos. Si fuera cualquier otro, ¡ya habrían expulsado a este desagradecido de la secta!
Meng Chen lo miró un momento y luego caminó a él.
"¿Qué haces, quieres pelear?" La expresión de Xue Lang se tensó, luego se mofó: "Adelante, crees que te tengo miedo... Espera, ¿q-qué estás haciendo?".
Meng Chen invocó su espada, tomó el brazo del joven, subiéndolo en la hoja. Con un ligero movimiento, la espada se elevó lentamente en el aire.
—Olvidé que acabas de participar en la prueba de selección, subir los largos escalones probablemente sería bastante cansado —, Xue Lang escuchó a la persona detrás de él decir con voz suave.— Aún queda un trecho de aquí hasta la Cumbre Tianji, Te llevaré en mi espada.
◈ ◈ ◈
El viento les rozaba las orejas, haciendo ondear sus cabellos. Las montañas verdes y las nubes blancas se retiraban rápidamente. A lo lejos, escarpados picos perforaban el cielo, demasiado elevados para ser vislumbrados.
Temiendo que Xue Lang pudiera perder el equilibrio y cayera, Meng Chen extendió ligeramente su brazo hacia adelante, cubriendo al joven.
Todo el cuerpo de Xue Lang estaba tenso como la cuerda de un arco. Por el rabillo del ojo, pudo ver una sección de manga azul cielo ondeando al viento. En su puño, una grulla blanca estaba bordada en hilo de plata, tan realista que parecía que podría alzar el vuelo en cualquier momento.
Además, percibió un tenue y refrescante aroma a orquídeas.
… Era la fragancia de la persona detrás de él.
El cuerpo del joven se tensó aún más. Su cuello se puso rígido. En un instante, el sonido del viento en sus oídos se detuvo, y la espada voladora finalmente aterrizó firmemente en el suelo.
Xue Lang saltó instantáneamente, retrocediendo tres pasos, apretó los dientes, mientras miraba ferozmente a Meng Chen. El viento había despeinado un poco su cabello negro, permitiendo ver vagamente las puntas de sus orejas teñidas de un rojo ardiente.
Aunque el comportamiento del joven estaba lleno de hostilidad, a Meng Chen no le importó su actitud. Le condujo a un patio. Este era muy espacioso, con un gran pino plantado en él. El árbol era grueso y frondoso, probablemente tenía varios cientos de años. Bajo el árbol había una mesa con sus bancos de piedra, y más adentro había dos edificios residenciales.
"Esta es la Residencia Luosong. Vivirás aquí a partir de ahora", Meng Chen se detuvo sin entrar más y le indicó: "La ropa de cama y demás necesidades diarias ya están preparadas. Si necesitas algo, sólo pídeme. Estoy en la Residencia Qixue, al frente de aquí". Movió las yemas de los dedos, y una grulla de papel blanca como la nieve batió sus alas y voló, posándose lentamente en el hombro de Xue Lang. "Este es un talismán de transmisión de sonido. Tócalo tres veces y háblale, te escucharé".
Xue Lang no se veía feliz en absoluto, e incluso hizo una mueca fría. "¡Métete en tus asuntos!"
Meng Chen seguía tranquilo. Las comisuras de sus labios parecieron levantarse ligeramente antes de darse la vuelta e irse.
Sólo el joven quedó en el patio. Permaneció inmóvil durante casi un tiempo de incienso antes de volver en sí. Corrió hacia la puerta del patio y miró hacia fuera con el semblante serio.
No había nadie.
Finalmente, soltó un suspiro de alivio inaudible y giró la cara para mirarse el hombro. Extendió dos dedos y, con mucha delicadeza, se quitó la grulla de papel del hombro, colocándola en la palma de la mano. La grulla, obediente, batió las alas, bajó la cabeza y le dio ligeros piquitos en la palma.
Xue Lang se quedó pasmado por un instante. Las puntas de sus orejas, bajo su cabello negro, se enrojecieron aún más, tan rojas que parecían sangrar. Juntó sus palmas, sosteniendo la grulla de papel, mientras entraba en la habitación. Encontró un frasco limpio y hermoso, contuvo la respiración, y con sumo cuidado, la colocó en su interior.
◈ ◈ ◈
Había un platanar en la residencia Qixue.
El banano es una planta perenne. En primavera y verano, se ven exuberantes y verdes; en otoño, sus hojas verdes trepan hasta las ventanas; en el crudo invierno, las hojas se cubren con la nieve. Todas son escenas poéticas. A Meng Chen le gustaban mucho y los ha cuidado personalmente durante muchos años.
Tomó el regador del alféizar de la ventana y regaba las hojas. Pensó en el joven feroz de antes, y una sonrisa apareció involuntariamente en sus ojos.
En su vida anterior, había odiado a ese joven profundamente.
Xue Lang fue el último en unirse a la cumbre, era el cuarto discípulo de la Cumbre Tianji, y también su shidi. Originalmente, tenía una buena impresión de Xue Lang, que era extremadamente dotado y trabajador, lo cual era bastante admirable. Pero después de interactuar por un tiempo, Meng Chen descubrió que Xue Lang era inexplicablemente hostil hacia él, mirándolo siempre con frialdad y disgusto, burlándose a menudo y hablando mal de él.
No entendía cómo había ofendido tanto a este shidi. Tras fallidos intentos, dejó de intentar llevarse bien con él y simplemente lo evitó. Inesperadamente, Xue Lang no le dejó en paz, comportándose cada vez peor e incluso llegando a calumniarlo e inculparlo. Si no hubiera reaccionado con rapidez para demostrar su inocencia, lo habrían expulsado de la Secta Taixuan.
Por muy buen carácter que tuviera Meng Chen, ya no podía tolerar más las fechorías de Xue Lang. Su relación se congeló completamente. Incluso, cuando fue acusado falsamente de ser un cultivador demoníaco, a punto de ser purgado por los ancianos, sospechó que Xue Lang fue quién lo incriminó.
Más tarde se reveló la horrible verdad, por fin comprendió que los que las personas que parecían buenas, no eran realmente buenas, y las que le parecían malas no eran en realidad los malas.
Xue Lang no lo odiaba. Aquel joven sólo intentaba, en su impotencia, usar este método para alejarlo de la secta y toda su inmundicia.
Estaba usando todo su solitario coraje y sinceridad para salvar desesperadamente su vida.
Mientras los recuerdos de su vida pasada pasaban ante sus ojos, Meng Chen recordó la escena antes de su muerte: el joven estaba cubierto de sangre, arrodillado en el suelo con una espada rota en la mano, llorando y gritándole. Sus ojos no pudieron evitar calentarse ligeramente.
Realmente le debía mucho a Xue Lang.
El pasado ya no tenía remedio, pero esta vez trataría bien a su shidi.
Justo cuando estaba absorto en sus pensamientos, se oyeron pasos fuera del patio. Meng Chen pensó que era Xue Lang quien venía a buscarle. Levantó la vista y vio a otro joven con uniforme azul celeste entrando agitado. Al verle, los ojos del joven se iluminaron, sus ojos de flor de melocotón se curvaron en medias lunas mientras sonreía corriendo hacia él:
"¡Shixiong!"
La voz del joven era clara, y con una especie de toque íntimo y coqueto que podría conmover el corazón.
Al observar a la persona corriendo hacia él, toda la calidez de los ojos de Meng Chen desapareció. Los dedos que sujetaban la regadera también se fueron apretando, mientras un escalofrío lo invadía desde dentro.
De pie entre las hojas de plátano, sus recuerdos regresaron incontrolablemente a una oscura prisión. Por aquel entonces, el joven también había usado una voz inocente y dulce para susurrarle coquetamente al oído:
"Shixiong, este es el Gu del amor más potente bajo los cielos, se llama 'Entrelazamiento perfecto'. Hice un gran esfuerzo para encontrarlo especialmente para ti".
"¿Te gusta?"
Notas de Yonshii: Si gente, el verdadero yandere no es el primero shidi que conocimos… es este último. Solo lo recalco para aclarar jajajjajaj. Sin querer hacer spoiler, pero todos esos tipos son despreciables, pobre MC (prota)!
Como prometido, el glosario es super chiquito de esta vez. Buenas lecturas!
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Suerte de perro (狗屎运 - gǒushǐ yùn)
Lit. es "suerte de caca de perro", una expresión china que significa tener una suerte ridículamente buena, totalmente inesperada.
Platanar (芭蕉 - bājiāo)
Es una planta tropical de hojas grandes, muy parecida al plátano o banano, aunque no siempre da frutos comestibles. A menudo es plantado cerca de patios o residencias.
Gu del amor (情蠱 - qínggǔ)
En el folclore chino, un qínggǔ se usa para manipular los sentimientos amorosos de alguien, haciéndolo enamorarse profundamente.
Entrelazamiento perfecto (絲絲入扣 - sī sī rù kòu)
Lit. es “cada hilo se enlaza en su sitio”, describe algo que encaja perfectamente, hilo por hilo, penetrando y atrapando irresistiblemente el corazón sin dejar salida.
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