Maestro Espiritual de las Plantas - Capítulo 113: Ir al mar

 

Capítulo 113

Ir al mar

Tras un largo periodo de preparación, la tienda de píldoras por fin abrió sus puertas.

Todas las píldoras que Xiao Jingting puso a la venta eran de grado elevado, lo que atrajo de inmediato a numerosos expertos deseosos de comprarlas. En poco tiempo, la antes tranquila Ciudad del Desierto se volvió animada y próspera.

El tiempo pasó volando y, en un abrir y cerrar de ojos, habían transcurrido más de dos años.

En un principio, Xiao Jingting planeaba ayudar a Xiao Jinfeng con todos sus recursos para que lograra construir su fundación. Sin embargo, fue Xiao Linfeng quien sorprendió a todos al ajustar su estado mental y progresar con rapidez. En apenas un año, y con la ayuda de un gran número de piedras espirituales y píldoras, alcanzó el pico del noveno nivel de Refinamiento de Qi. Tras establecer con éxito su fundación, ralentizó un poco su ritmo.

Xiao Jingting, por su parte, dedicó más de dos años a consolidar su propio cultivo y logró llevarlo hasta el pico de la etapa inicial del Establecimiento de la Fundación, aunque no consiguió avanzar a la etapa intermedia.

Poco a poco, comprendió que los recursos del Continente Bárbaro eran demasiado escasos. Si quería seguir progresando, debía dirigirse a un lugar con una energía espiritual mucho más densa.

“Jingting, la señorita Ouyang envió un mensaje. El barco mercante ha llegado. Permanecerá en el Continente Bárbaro durante un mes y luego partirá” anunció Xu Mu’an al entrar.

Xiao Jingting abrió los ojos, respiró hondo y dijo:

“¡Por fin ha llegado!”

“Así es” asintió Xu Mu’an.

Durante esos años, Xiao Jingting había vendido dos Píldoras de Establecimiento de Fundación a la Mansión del Marqués y, en secreto, tres más a través de otros canales. Tras descontar los gastos en piedras espirituales, aún conservaba más de siete mil. Calculaba que con esa cantidad no tendría problemas en comprar los pasajes del barco.

“Ouyang Mingyue dijo que el precio de un boleto es de mil piedras espirituales” informó Xu Mu’an.

“Entiendo” asintió Xiao Jingting. “¿Qué opinas de dejar a Xiaodong y a Xiaojin dentro del espacio y llevarlos con nosotros?”

Xu Mu’an negó con la cabeza.

“No, nunca he oído hablar de un espacio capaz de contener personas. Ouyang tampoco. Si al llegar al Continente de las Nubes aparecemos repentinamente con dos hijos al lado, inevitablemente despertaríamos sospechas.”

Era necesario ser cautelosos. Si el secreto del colgante de jade se revelaba, se verían envueltos en un sinfín de problemas.

“Tienes razón” asintió Xiao Jingting. “Parece que no hay más opción que gastar más dinero y comprar dos boletos adicionales.”

“Padre, papá” llamó Xiao Xiaodong al salir de su habitación.

Xiao Jingting lo observó y no pudo evitar sentir que su hijo estaba creciendo muy rápido. Xiaodong ya tenía casi nueve años y, según las costumbres de ese mundo, en dos o tres años podría incluso casarse. Se preguntó si debía empezar a buscarle una pareja.

“Padre, ¿en qué estás pensando otra vez?” preguntó Xiaodong, frunciendo el ceño al ver su expresión.

“...” Xiao Jingting no sabía si reír o llorar. ¡Este mocoso! Cuanto más crece, menos adorable se vuelve. Incluso se atreve a preguntarle a su propio padre en qué piensa.

Le dio unas palmaditas en el hombro.

“¡Xiaodong! Papá los llevará a ti y a tu hermano a buscar a tu segundo hermano. ¿Estás feliz?”

“¡Sí! Me pregunto cuál será ahora el nivel de cultivo de Xiaofan” respondió Xiaodong con entusiasmo.

A sus nueve años, ya había alcanzado el octavo nivel de Refinamiento de Qi. Xiao Jingting había consultado a Ouyang Mingyue al respecto, y ella le dijo que incluso dentro de la Secta Inmortal, muy pocos jóvenes de su edad alcanzaban un nivel tan alto.

La mujer sentía una gran curiosidad por el talento de Xiaodong. De hecho, Ouyang Jinyue, el único miembro de la familia Ouyang aceptado por la Secta Inmortal de la Nube Verde, apenas había alcanzado el quinto nivel de Refinamiento de Qi.

Xiao Jingting suspiró suavemente. Xiaofan era un niño sencillo y glotón; no sabía si habría sufrido algún maltrato. Aunque Ouyang Mingyue aseguraba que llevaba una buena vida, él no podía evitar sentirse inquieto.

“¡Papá, papá!” gritó Xiao Xiaojin mientras corría hacia él.

Al verlo con la cara cubierta de harina, Xiao Jingting frunció el ceño.

“¿Estás preparando comida otra vez?”

“¡Sí!” respondió Xiaojin asintiendo con entusiasmo.

Xiao Jingting negó con la cabeza en silencio. Su hijo menor no mostraba interés por el cultivo; lo que realmente le apasionaba era cocinar, y sus habilidades superaban con creces las de otros adultos. Tener un hijo tan “virtuoso” lo llenaba de orgullo, pero también de preocupación.

“Padre, ¿quieres probar?” preguntó Xiaojin alzando la mano.

“No, puedes comerlo tú” respondió, revolviendo su cabello con afecto. Pensó que Xiaofan estaría encantado al ver a su hermano: a uno le encantaba comer y al otro cocinar. ¡Una combinación perfecta!

En ese momento, una oleada de aura salió de la habitación de Xiao Jinfeng. Sintiendo la fluctuación, Xiao Jingting sonrió complacido.

“Parece que el segundo hermano va a avanzar al Establecimiento de la Fundación.”

“Eso parece” asintió Xu Mu’an.

Xiao Jingting exhaló aliviado. Con el avance de Xiao Jinfeng, podían marcharse sin preocupaciones.


En la familia Ouyang.

“Senior Xiao, por fin ha venido. ¡Me hizo esperar!” saludó Ouyang Mingyue con una sonrisa.

Xiao Jingting juntó las manos en señal de cortesía.

“Con respecto a las cuotas, debo agradecerle a la señorita Ouyang por sus gestiones.”

“¡Senior Xiao, realmente es muy rico!” rió Ouyang Mingyue. “Quería cuatro plazas y gastó cuatro mil piedras espirituales. Ni siquiera el marqués podría reunir esa suma de una sola vez. Parece que le ha ido muy bien últimamente.”

“No tenía otra opción” respondió Xiao Jingting con una sonrisa forzada. “¡Mi familia es numerosa!”

Ouyang Mingyue rió sin decir más. La familia Xiao había crecido con fuerza en los últimos años: Xiao Linfeng y Xiao Jinfeng habían alcanzado el Establecimiento de la Fundación, y tanto Xiao Jingting como Xu Mu’an también estaban en esa etapa. Afortunadamente, ambos planeaban irse; de lo contrario, tener un poder comparable al de la Mansión del Marqués haría que muchos perdieran el sueño.

“Me pregunto cómo está Xiaofan” dijo Xiao Jingting.

“Según las noticias de Jinyue, ya alcanzó el octavo nivel de Refinamiento de Qi y es muy apreciado por los ancianos de la Secta Inmortal” informó ella.

“Eso es bueno” asintió Xiao Jingting.

“Senior Xiao, el cultivo de su hijo mayor también progresa con rapidez” comentó Ouyang Mingyue, mirando a Xiaodong.

Incluso con el apoyo de los ancianos, Xiao Xiaofan solo había logrado llegar al octavo nivel. El avance de Xiaodong era igual de rápido, aunque la mujer no entendía del todo por qué.

“Xiaodong es muy diligente” respondió Xiao Jingting.

“Aquí están las fichas” dijo Ouyang, entregándole cuatro fichas con las que podrían abordar la nave.

“Muchas gracias, señorita Ouyang” agradeció él con alegría.

“Esta vez, un anciano de la familia Ouyang también viajará al Continente de las Nubes. Espero que puedan cuidarlo durante el trayecto” pidió ella.

“¿Un anciano de su familia también va al Continente de las Nubes?” preguntó Xiao Jingting sorprendido.

“Así es” asintió Ouyang. “El Continente Bárbaro carece de recursos. Cultivar hasta la etapa media del Establecimiento de la Fundación es posible, pero avanzar a la etapa tardía es difícil, y alcanzar el Núcleo Dorado lo es aún más. Nuestro anciano no quiere estancarse para siempre en la etapa inicial, así que desea salir a buscar nuevas oportunidades.”

“Ya veo…” murmuró Xiao Jingting.


Con las fichas en mano, la familia Xiao abordó la nave.

Esta flotaba sobre el mar, rodeada de un inquietante resplandor azul. Era evidente que su exterior estaba grabado con numerosas formaciones asesinas, pues al acercarse sintieron una poderosa aura de peligro.

Los pasajeros que habían comprado pasajes se dividían en dos grupos: cultivadores en el Establecimiento de la Fundación que buscaban oportunidades en el Continente de las Nubes, y jóvenes talentosos como Xiao Xiaodong, traídos por sus familias con la esperanza de que ingresaran a la Secta Inmortal.

En la proa, flotando en el aire, se encontraba un cultivador del Núcleo Dorado de cabello rizado y cejas blancas, cuya presencia imponía respeto.

Uno de los pasajeros, que acababa de alcanzar el Establecimiento de la Fundación, se quejó del tamaño de su camarote y exigió un cambio. El cultivador del Núcleo Dorado, molesto, abolió su cultivo y lo arrojó del barco.

Después de semejante lección, todos los cultivadores que en el Continente Bárbaro estaban acostumbrados a mandar se comportaron con sumisión al abordar.

“¡Es tan pequeño aquí!” se quejó Xiaojin rodando sobre la cama.

Xiao Jingting asintió para sí. Es cierto, es bastante estrecho. Gasté cuatro mil piedras espirituales por un espacio así… Qué lamentable.

“No es pequeño si puedes estirar las piernas. Si no pudieras, entonces sí podríamos llamarlo pequeño” comentó con calma.

“¡Solo hay una cama! Padre y papá pueden dormir uno encima del otro para que tengamos más espacio” dijo Xiaojin con toda naturalidad.

… Xiao Jingting se quedó sin palabras. ¿Qué quiere decir con dormir uno encima del otro? ¡Mocoso descarado!

“No digas tonterías y duerme” gruñó, fingiendo molestia.

“Muy bien” respondió Xiaojin obediente.

La nave era enorme y estaba construida con materiales de alta calidad. Varias formaciones avanzadas estaban grabadas en su estructura. Además de los viajeros del Continente Bárbaro, había personas de otros lugares. Xiao Jingting empezó a sospechar que el Continente de las Nubes era un verdadero continente, mientras que el Continente Bárbaro no era más que una pequeña isla.


Tras una larga estadía en el Continente Bárbaro, el barco finalmente zarpó.

“Hermano Xiao, hermano Xu, lamento molestar” saludó Ouyang Di al entrar en su camarote.

“¿Qué lo trae por aquí, hermano Ouyang?” preguntó Xiao Jingting con una sonrisa. Que alguien mayor que su propio padre lo llamara “hermano” aún le resultaba extraño, pero entendía que así funcionaban las jerarquías en ese mundo.

“Vine a preguntarle si estaría interesado en ganar un poco de dinero extra” dijo Ouyang Di.

“¿Dinero extra?” repitió Xiao Jingting, sorprendido.

“Sí. El barco suele ser atacado por bestias demoníacas y escasea la mano de obra. Contratan cultivadores para proteger a los pasajeros y matar a las bestias. Luego, la gente a bordo compra los materiales que dejan.”

“Ya veo…” dijo Xiao Jingting, pensativo.

“También se dice que en el Continente de las Nubes los combates son mucho más intensos que aquí, así que esto sirve como entrenamiento previo” añadió Ouyang.

“En ese caso, cuente conmigo” respondió Xiao Jingting.

“Sabía que el hermano Xiao aceptaría. Cuando llegue el momento, podemos actuar juntos y ayudarnos mutuamente” dijo Ouyang con una sonrisa antes de marcharse.

Tras su partida, Xiao Jingting miró a Xu Mu’an con una expresión divertida.

“Justo ahora que andamos escasos de dinero, ganar un poco más no nos vendrá mal.”

“Solo ten cuidado” advirtió Xu Mu’an con seriedad.

“Lo sé, lo sé” respondió él con una sonrisa.


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