Bajo la Máscara - Capítulo 16: Hay que hacerle caso al doctor

 

Capítulo 16

Hay que hacerle caso al doctor

Si Han An no supiera la clase de persona que era Qi Cheng, en ese momento le habría explotado la cabeza.

Pero no podía ganarle.

La tarde transcurrió rápidamente, y cuando comenzó la clase de estudio vespertina, Qi Cheng recordó, gracias a Xia Li, que tenía que dar tutoría.

Al llegar a la oficina, Chi Yan ya lo estaba esperando. Tenía el pelo negro húmedo, sin secar después de lavarlo, y levantó la vista para asentir a Qi Cheng.

Cuando Qi Cheng se sentó, sintió el aroma del champú que venía de Chi Yan.

Una fragancia ligera y persistente, intensa como una noche nevada de invierno.

"No viniste los últimos dos días", dijo Chi Yan. "¿Pasó algo?".

Había venido a toda prisa, solo se había secado el pelo a la rápida, y las gotas de agua le resbalaban por el cuello, se acumulaban y le mojaban una pequeña parte de la ropa del pecho y la nuca.

Qi Cheng lo miró y frunció el ceño lentamente. No respondió a la pregunta de Chi Yan, sino que se levantó primero, sacó unas toallas de papel y se las entregó: "¿Por qué no esperaste a que se te secara el pelo antes de venir?".

Chi Yan tomó las toallas y se secó el agua con la mirada baja, pero bajo la atenta mirada de Qi Cheng, sus movimientos eran un poco torpes: "Llegaría tarde".

"Pero podrías enfermarte", dijo Qi Cheng. "Eso no es bueno".

El movimiento de secarse el agua se detuvo. Chi Yan se ajustó las gafas rápidamente y tosió unas cuantas veces: "Empecemos ya".

Qi Cheng, a su nivel, podía progresar rápidamente resolviendo ejercicios, pero era perezoso. Rara vez se tomaba en serio un examen, y era imposible pedirle que se sentara a hacer ejercicios de comprensión de lectura de Lengua y Literatura e Inglés de forma constante.

Chi Yan abrió su cuaderno, lo hojeó de atrás hacia adelante y lo puso frente a Qi Cheng: "Patrones de respuesta de Lengua y Literatura".

La letra en el cuaderno era clara y limpia, y toda una página estaba llena de técnicas de respuesta. Qi Cheng vio de inmediato que organizar todo eso requería mucho tiempo.

Él sonrió: "¿No te dio mucho trabajo?".

"No", dijo el estudiante estrella con tono calmado. "Para mí es sencillo".

Cuando terminó la primera clase, el estudio había terminado temporalmente. Intercambiaron sus exámenes de Inglés para asegurarse de que el nivel se mantuviera, y la atmósfera se volvió sutilmente silenciosa.

Según el acuerdo, le tocaba a Qi Cheng enseñarle a Chi Yan cosas que no se aprendían en los libros.

Chi Yan sacó otro cuaderno nuevo: "Hice algunos preparativos antes de la clase. Puedes decirme si la dirección es correcta".

El cuaderno estaba lleno de métodos para rechazar y coquetear con chicas, que se resumían en enviar flores, gastar dinero, ser romántico. Chi Yan incluso había copiado algunos casos clásicos de citas.

"Te aviso", dijo Qi Cheng, encontrando la escena un poco graciosa, y aunque se controló, una sonrisa se dibujó en sus labios: "Lo que te diga puede que no funcione".

"¿Alguna vez has tenido novia?", preguntó Chi Yan de repente.

No miró a Qi Cheng, como si no le importara lo que respondiera.

Pero sus dedos delgados pellizcaban el borde de la mesa, y su postura era inmóvil.

"Sobre esa pregunta", Qi Cheng negó con la cabeza: "Solo tengo conocimientos teóricos. ¿Al estudiante estrella no le molestará, verdad?".


Qi Zhong fue descubierto usando su celular durante la clase de estudio vespertina y fue llevado a la oficina para ser reprendido.

Las oficinas del edificio de último año de secundaria a menudo tenían una puerta que las conectaba, para que los profesores pudieran comunicarse y moverse libremente.

El director de curso que atrapó a Qi Zhong se llamaba Wang y era el más tranquilo de todos los directores. Qi Zhong tenía las manos en los bolsillos y una expresión despreocupada, fingiendo escuchar atentamente, pero las palabras le entraban por un oído y le salían por el otro.

El celular del director Wang sonó. Le dijo a Qi Zhong que esperara allí y salió a contestar.

La oficina recuperó el silencio.

Qi Zhong se sentó en la silla de oficina, con las piernas largas dobladas, y miró al techo.

Poco a poco, empezó a escuchar unas voces borrosas.

Venían de la otra oficina, a través de la puerta que conectaba.

"Me haces sentir atraído".

Entre el ruido confuso y sordo, solo esa frase se escuchó de principio a fin.

Una declaración.

Qi Zhong levantó una ceja, se acercó a la puerta de conexión, abrió una rendija y espió lo que sucedía en la otra oficina.

El famoso estudiante estrella de la Secundaria Número Dos miraba con ojos brillantes a la persona frente a él, y sus labios de color pálido no dejaban de pronunciar frases de amor conmovedoras y sinceras.

La persona a la que se dirigía la declaración era Qi Cheng.

La mano de Qi Zhong, que sostenía el pomo de la puerta, se quedó rígida.

Sus pupilas se contrajeron, demasiado asombrado para reaccionar.


"¿Así está bien?".

Chi Yan bajó la cabeza para mirar el cuaderno que tenía en la mano, y de repente se puso las manos a la espalda: "¿Crees que está bien?".

"Ya eres todo un maestro", Qi Cheng asintió con certeza. "No por nada eres el estudiante estrella, aprendes todo muy rápido".

"¿Puedo conquistar a una chica?", preguntó Chi Yan.

Qi Cheng lo pensó: "A una parte de las chicas".

"Cada chica tiene una personalidad diferente. Todas son increíblemente complejas e increíblemente adorables. Si solo se trata de una declaración, algunas chicas lo aceptarán. Pero si quieres una relación más profunda, no es suficiente, por supuesto".

Chi Yan se quedó en silencio por un largo rato, y de repente se quitó las gafas. Se frotó el entrecejo, frunciendo el ceño sin querer, y el lunar bajo su ojo miró directamente hacia Qi Cheng.

"¿Y si fuera contigo?".

Qi Cheng entrecerró los ojos ligeramente y luego sonrió: "Yo no soy una chica, así que los métodos para las chicas no me servirán".

Así que solo estaba ensayando el diálogo.

Qi Zhong retrocedió con pasos vacilantes. Cuando el director Wang entró, lo vio aturdido y le echó otra bronca.

Qi Zhong escuchó obedientemente, con los ojos sin brillo.

¿Así que estaban teniendo una conversación así...

¿Los estudiantes modelos aprenden estas cosas?

La expresión de Qi Zhong cambió sutilmente, volviéndose cada vez más extraña.


En un par de días, la escuela partiría hacia la Secundaria Anyuan. Al mediodía del viernes, la escuela dio el día libre para que los estudiantes fueran a casa a empacar, y se reunieran frente a la Secundaria Número Dos a las diez de la mañana del día siguiente.

Qi Cheng y Han An eran de la ciudad A, pero Xia Li y Zhu Fan vivían un poco más lejos.

Los chicos se dirigieron a la puerta de la escuela, acordando dónde se encontrarían a la mañana siguiente.

Afuera de la Secundaria Número Dos había muchos puestos de comida y autobuses de larga distancia que esperaban para recoger a los estudiantes, lo cual era posible porque la escuela estaba ubicada en el norte de la ciudad.

Qi Cheng rodeó los autobuses y vio a un grupo de personas reunidas en una esquina fumando.

Dos o tres jóvenes con cabello teñido de rubio, y algunos chicos problemáticos de la escuela, hablaban con Wu Yuan. Él fumaba y su rostro se ensombrecía cada vez más.

Parecía un mar profundo antes de la tormenta, que en cualquier momento se oscurecería.

Wu Yuan levantó la vista y vio a Qi Cheng. Les dijo algo a los que lo rodeaban, y estos abrieron un camino. Wu Yuan se dirigió directamente hacia Qi Cheng.

Qi Cheng se detuvo, esperándolo con calma.

Wu Yuan sacudió la ceniza del cigarrillo, con los ojos profundos: "Hi".

Seguía cumpliendo su promesa.

Era la tercera vez.

"¿Adónde va tu clase?", preguntó.

Qi Cheng: "A la Secundaria Anyuan".

Wu Yuan se detuvo y preguntó: "¿En qué autobús?".

Cada clase de último año de secundaria tendría un autobús para la actividad de intercambio de la mañana siguiente, y dos clases irían a un mismo lugar de estudio.

"Todavía no nos han avisado", dijo Qi Cheng. "Lo decidimos en el sorteo de la tarde".

Wu Yuan hizo un sonido afirmativo. No se sabía en qué estaba pensando, su mirada recorría a Qi Cheng con el rabillo del ojo. Fumo varias caladas al cigarrillo antes de decir: "Hasta mañana".

Qi Cheng asintió y se despidió.

La Secundaria Anyuan estaba a tres horas en carro de la Secundaria Número Dos. Aunque ya había comenzado el otoño, todavía había algunos insectos. Se alojarían en los dormitorios de la Secundaria Anyuan, por lo que tenían que llevar sus propias sábanas de viaje y artículos de tocador.

Los más precavidos llevarían incluso un pequeño botiquín.

Los compañeros de habitación de Qi Cheng se repartieron los artículos, y a él le tocó la medicina. Cerca de su casa de alquiler había una farmacia. Después de comprar lo que le recomendó el médico, a las cuatro de la tarde, se publicó la noticia en el chat de la clase.

La clase 12 viajaría con la clase 3, y los autobuses serían el número 3 y el 4.

Los mensajes en el chat de la clase no paraban, y el chat del dormitorio también sonó dos veces.

【Xia Li: ¿Compraron todo? Le acabo de preguntar al Viejo Yang, y en la Secundaria Anyuan nos alojarán en los mismos dormitorios】.

【Xia Li: Pero como no tienen muchos dormitorios para nosotros, seguramente tendremos que agregar a alguien. Veremos quién de la clase nos toca en el mismo cuarto】.

【Han An: Un estudiante de la generación anterior dijo que son seis por habitación】.

【Zhu Fan: ¡¿Seis personas?! Menos mal que solo son dos días. Por fin voy a experimentar la vida en otros internados. Al parecer, en toda la Ciudad A, aparte de nuestra escuela, todas las demás tienen cuartos para seis】.

【Qi Cheng: Yo quiero la litera de arriba, junto a la ventana】.

Solo estarían en la Secundaria Anyuan por dos días, pero a la mañana siguiente, cuando se encontraron, mucha gente llevaba tantas cosas que parecía que iban a quedarse allí todo el otoño.

El autobús de la clase 3 estaba en la esquina sureste. El profesor Yang los estaba esperando afuera de la escuela desde temprano. Qi Cheng llegó en el momento justo. Cuando llegó, todavía había algunos estudiantes desayunando en los puestos de comida frente a la escuela.

El profesor Yang vio que Qi Cheng solo llevaba una mochila simple y le preguntó: "¿Ya desayunaste?".

Qi Cheng dijo que no.

"Aprovecha que todavía hay tiempo y ve rápido a comer", el profesor Yang señaló el equipaje detrás de él. "Deja tu mochila aquí. Vi que Xia Li y Zhu Fan fueron a esa tienda, ve rápido tú también".

Mientras dejaba la mochila, Qi Cheng preguntó con una sonrisa: "¿Usted ya comió?".

"Sí", dijo el profesor Yang. "Nosotros, los viejos, salimos después de comer, no como ustedes".

Lo dijo en broma. El profesor Yang aún no llegaba a los 30, y su apariencia era juvenil. Como siempre estaba sentado en la oficina, su piel era más clara que la de la mayoría. El pasar tiempo con los jóvenes también hacía que su actitud se mantuviera más joven.

"¿Por qué viejo?", Qi Cheng sonrió. "Usted es joven y atractivo, no tiene nada que envidiarme".

"¿Me estás elogiando mientras te elogias a ti mismo?", el profesor Yang sonrió, y se le formaron pequeñas arrugas alrededor de los ojos. "Ve a comer rápido, nos vamos en un rato".

En el restaurante solo había estudiantes de la Secundaria Número Dos, todos hablando y discutiendo sobre el viaje que estaba a punto de comenzar.

Apenas entró Qi Cheng, Zhu Fan lo vio: "¡Qi Cheng, aquí!".

Vestían ropa informal y agitaban las manos con entusiasmo. Qi Cheng se acercó. No había nada en la mesa. "¿Aún no les han traído nada?".

"Hay demasiada gente", Xia Li se frotó el estómago con una cara triste. "Me muero de hambre. Llevamos quince minutos y aún no nos toca. No pidas nada, come de lo nuestro. Así la comida llegará más rápido y nos podremos ir".

"Menos mal que pedimos mucho", dijo Zhu Fan con aire de lamento.

Qi Cheng se sentó junto a ellos, charlando tranquilamente, relajado y con una postura informal.

Llevaba una camiseta blanca y pantalones negros. Sus largas piernas, envueltas en los pantalones, estaban dobladas en el pequeño espacio frente a la mesa.

"Bienvenidos".

Sonó la campanilla de la puerta. Un médico con bata blanca entró con el viento.

Gu Huai caminó entre la multitud y se dirigió directamente hacia Qi Cheng. El olor a desinfectante se hizo presente. Puso su botiquín sobre la mesa y miró a Qi Cheng con seriedad.

Qi Cheng se sorprendió: "¿Doctor?".

Gu Huai soltó el botiquín y frunció el ceño al mirar a Qi Cheng.

"Joven", dijo con voz fría. "Por favor, no evite al médico. Debe revisar los mensajes del médico a tiempo y seguir sus instrucciones".

Hizo una pausa: "Tiene que hacerle caso al doctor".


La autora tiene algo que decir:

Estudiante estrella: Me haces sentir atraído (¡Ahhh, qué nervios!).

Qi Zhong: ¿Los buenos estudiantes aprenden estas cosas? (Si aprendo esto, ¿me irán mejor las notas? ¡Entonces yo también puedo!).

Wu Yuan: Hasta mañana (Nos vemos en el autobús).

Doctor: No evites al médico (Acércate más a mí).


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