Maestro Espiritual de las Plantas - Capítulo 192: El Valiente Oso Volador

 

Capítulo 192

El Valiente Oso Volador

En la residencia Ye.

Ye Jinlan leyó el mensaje con el rostro sombrío.

"Señorita, ¿qué sucede?" preguntó Ye Fang, confundido al verla así.

"Los Tres Demonios del Río Inferior fueron asesinados por Xiao Xiaojin."

La familia Ye había enviado personas para vigilar a Xiao Xiaojin con la intención de actuar si surgía la oportunidad. Sin embargo, todos quedaron aterrados al saber que él había matado a los Tres Demonios.

Ye Fang abrió los ojos con incredulidad.

"Imposible… eran tres cultivadores de Núcleo Dorado."

El mayor de los tres estaba en el nivel intermedio de Núcleo Dorado, y los otros dos en el nivel inicial. Eran formidables. Xiao Xiaojin, en cambio, apenas llevaba unos pocos años desde que había alcanzado ese nivel.

"¿Recuerdas al oso de Xiao Xiaojin?" preguntó Ye Jinlan.

Ye Fang asintió.

"Sí, escuché que esa pequeña mascota tiene un apetito enorme."

Xiao Xiaojin había pasado un tiempo en la casa Ye, y aquella criatura adorable se había ganado el corazón de muchas cultivadoras. Varias incluso ofrecieron comprar la bestia demoníaca, pero él se negó. Ye Fang recordaba cómo una joven comentó que al oso volador le encantaban las patas de cerdo… y que ni siquiera dejaba los huesos.

"Ese oso volador proviene de la Isla Panal. Es el que controla a miles de abejas" dijo Ye Jinlan.

Ye Fang abrió los ojos aún más, incrédulo.

"¿Qué ha dicho?"

"¿Te cuesta creerlo? Es realmente el oso volador de la Isla Panal."

La familia Ye había pensado capturarlo en el pasado, pero era demasiado poderoso. Todos los que enviaron murieron.

Ye Jinlan siempre había sospechado que el oso de Xiao Xiaojin era el de la Isla Panal, pero lo había descartado pensando que era imposible.

"Ese oso volador está en el nivel intermedio de Núcleo Dorado, mientras que Xiao Xiaojin acaba de alcanzar el Núcleo Dorado… ¿cómo pudo domesticarlo?" murmuó Ye Fang, desconcertado.

"La familia Xiao debe tener métodos especiales" reflexionó Ye Jinlan. Había creído haber sobreestimado a la familia Xiao, pero en realidad la había subestimado.

Con el oso volador a su lado, Xiao Xiaojin quizá no fuera inferior a Xiao Jinting. Después de todo, ni siquiera él necesitó atacar a los Tres Demonios.

"Señorita, escuché que el hijo mayor de la familia Xiao tiene un faisán" comentó Ye Fang tras recordar algo.

El tercer hijo de la familia Xiao era muy poderoso, así que su hermano mayor, que había alcanzado el Núcleo Dorado antes que él, no podía ser menos. Aquella bestia debía ser algo extraordinario también.

"Dicen que la bestia demoníaca del hijo mayor puede aturdir a otras bestias, por eso la familia Xiao ha podido cazar tantas. En cualquier caso, no tenemos rencores con ellos. Cuanto más fuertes sean, mejor para nosotros."

En la Isla Nebulosa abundaban las fuerzas poderosas, y que la familia Xiao se contara entre ellas no era algo malo. Dada su fuerza actual, lo más sensato era tratarlos con respeto.

"Señorita, normalmente los Tres Demonios del Río Inferior no deberían haberse enterado tan rápido de Xiao Xiaojin" dijo Ye Fang.

Ye Jinlan sonrió con frialdad.

"Xu Mu'an sacó al mercado muchas cosas buenas a la vez. Era inevitable que algunos sintieran celos."

Todos codiciaban esos tesoros e intentaban obtenerlos al menor precio posible. Si la familia Ye hubiera sido más fuerte, tal vez también habría actuado.

"Si mi suposición es correcta" continuó Ye Jinlan tras una pausa, "los Tres Demonios no fueron más que una marioneta enviada por alguien."

Habían muerto en vano. Tres cultivadores de Núcleo Dorado eliminados tan fácilmente… alguien debía estar lamentando esa pérdida.

"Se dice que cuando el antepasado de la familia Ji los perseguía, alguien intervino" murmuó Ye Fang.

"No digas tonterías" lo cortó Ye Jinlan.


En la residencia Cao.

Cao Tong estaba de pie frente a Cao Quan, con el ceño fruncido.

"¿Fuiste tú quien le habló a los Tres Demonios del Río Inferior?" preguntó Cao Quan con voz fría.

El rostro de Cao Tong palideció. Reconoció el reproche en el tono de su padre y asintió con pesar.

"Sí."

Había enviado a los Tres Demonios a "probar el terreno", pero todos habían muerto. Supuestamente eran temibles… y resultaron inútiles.

"Dedica más tiempo a tu cultivo y deja de perder el tiempo" le advirtió Cao Quan.

Cao Tong bajó la cabeza, avergonzado.

"Lo entiendo, padre."

El corazón se le encogió. Su padre siempre había tenido grandes expectativas sobre él y nunca lo había reprendido así.

Xiao Xiaojin había sido el último de la familia Xiao en alcanzar el Núcleo Dorado. Cao Tong lo consideraba el más débil… pero se había equivocado.

"Los Tres Demonios nos resolvieron muchos problemas a lo largo de los años" dijo Cao Quan con un suspiro. "Y ahora han muerto así de simple."

Aunque lamentaba su pérdida, no eran parte de la familia Cao. Lo que le preocupaba era que pudieran haber dejado evidencia comprometedora.

"Nunca imaginé que Xiao Xiaojin lograría domesticar al oso volador" dijo Cao Tong con envidia. Muchas fuerzas en la Isla Nebulosa habían codiciado a esa bestia de linaje antiguo, capaz de controlar miles de abejas venenosas. Era el sueño de cualquier cultivador.

¿Cómo lo había conseguido Xiao Xiaojin?

"Nuestro antepasado está fuera de la ciudad. No será fácil enfrentarse a la familia Xiao" suspió Cao Quan.

Cao Tong apretó los dientes. Si esos inútiles de los Tres Demonios hubieran sobrevivido, todo sería más sencillo…


Xiao Xiaojin se plantó frente a la puerta del lugar de la subasta con las manos en la cintura.

"¡Aquí estamos!" anunció con orgullo.

El oso volador abrazaba una calabaza de vino y eructó:

"¡Por fin hemos llegado! Tus piernas son demasiado cortas, nos tomó una eternidad."

"Si no te hubieras detenido a comer en cada restaurante que viste, habríamos llegado hace rato" replicó Xiao Xiaojin con frialdad.

"Oye, un poco de respeto con tu abuelo oso" gruñó la bestia, exhalando el aroma del alcohol. "Si no, les pediré a las abejas que te piquen."

Xiao Xiaojin no encontró palabras.

"¡Xiaojin, por fin llegas! Papá ha estado preguntando por ti" dijo Xiao Xiaofan al salir a recibirlo.

"¿Ya empezó la subasta?" preguntó Xiao Xiaojin.

"Aún falta. Se llevará a cabo en unos días" respondió Xiao Xiaofan.

"¡Perfecto, no llego tarde!"

"Señor Xiao, finalmente está aquí. Su padre estaba preocupado" dijo Ye Jinlan con una sonrisa al salir a su encuentro.

"Buenos días, señorita Ye" respondió Xiao Xiaojin con respeto.

"No hace falta tanta formalidad" dijo ella con un gesto.

El oso, borracho, se acomodó sobre los hombros de Xiao Xiaojin con aire adorable e inofensivo. Aun así, Ye Jinlan no pudo evitar mirarlo con extrañeza, sabiendo que aquel animal era el temido oso de la Isla Panal.

"Escuché que hiciste un gran trabajo" comentó Xiao Xiaofan, pasándole un brazo por los hombros.

"Vinieron a por mí y los maté en el acto" respondió Xiao Xiaojin con orgullo, haciendo un gesto como si cortara un cuello.

"¡Eres increíble, Xiaojin! Mejor que nosotros."

"Bah, no es para tanto. Los Tres Demonios eran demasiado débiles. Murieron tras ser picados por las avispas. Ni siquiera tuve que intervenir."

"¡Eso lo hace aún más impresionante!"

"Por cierto, ¿te quedaste con sus cabezas? Escuché que la familia Ji ofrece ochocientas piedras espirituales por ellas."

"Sí, pero quedaron tan hinchadas por las picaduras que no sé si aún sirven para el intercambio."

"¡Claro que sí!"

Ye Jinlan los siguió en silencio. Al oírlos, no pudo evitar notar cuánto se parecían a Xiao Jinting en su manera de comportarse.

"¡Xiaojin, estás aquí!" exclamó Xu Mu'an al salir.

"¡Papá, te extrañé mucho!" dijo Xiao Xiaojin abrazándolo con entusiasmo.

"Ya eres mayor, deberías comportarte como tal" respondió Xu Mu'an con una sonrisa.

Ye Jinlan se retiró discretamente para dejarles privacidad.

Cuando se aseguró de que ya no podían oírla, Xiao Xiaojin sacó un cuaderno y se lo entregó a Xu Mu'an.

"Papá, encontré esto entre las pertenencias de los Tres Demonios."

Xu Mu'an lo abrió y su rostro se ensombreció.

"Tío Xu, ¿qué ocurre?" preguntó Chen Xu.

"La familia Cao pudo haber sido quien ordenó a los Tres Demonios capturar a Xiaojin" respondió fríamente Xu Mu'an.

"¿La familia Cao? ¿Qué quieres decir?" preguntó Chen Xu.

"En el pasado, esos tres mataron a la nieta de la familia Ji y fueron perseguidos por su antepasado. Al final, alguien los ayudó a escapar… y todo apunta a la familia Cao."

Xu Mu'an continuó:

"Son una familia poderosa, y a veces necesitan hacer ciertas cosas en secreto. Por eso encargan a otros que se ensucien las manos. Los Tres Demonios actuaban como sus asesinos a sueldo."

"Incluso dejaron por escrito todo lo que habían hecho para la familia Cao, temiendo que algún día los eliminaran para silenciarlos."

Chen Xu y los demás se miraron en silencio.

Xu Mu'an bajó la mirada al cuaderno. El movimiento de la familia Cao había sido demasiado rápido; quizá había subestimado el valor de los objetos que habían sacado.

"No tenemos ningún conflicto con ellos… ¿verdad?" preguntó Xiao Xiaofan, parpadeando.

"Eso no es tan sencillo" intervino Xiao Xiaodong, cruzándose de brazos.

"¿A qué te refieres?" preguntó Xiao Xiaofan.

"Cuando la familia Hong compitió con la familia Ye por el sello, la familia Cao estaba de su lado. Pero padre arruinó sus planes. Además, escuché que el cultivador de Alma Naciente de la familia Cao se casó con dos mujeres de la familia Hong" explicó Xiao Xiaodong.

El rostro de Xiao Xiaofan se oscureció.

"¡Ese viejo de la familia Cao es un rencoroso!"

"Sin duda" asintió Xiao Xiaodong.

"¿Y qué?" gruñó Xiao Xiaojin, apretando los puños. "¡Si se meten con nosotros, los matamos!"

"… " Xiao Xiaodong guardó silencio.

"No digas tonterías" lo reprendió Xu Mu'an con un gesto. "No es fácil enfrentarse a ellos, y además tenemos a suficiente gente vigilándonos."

"Está bien… " murmuó Xiao Xiaojin con desánimo. Sabía que aún no eran lo bastante fuertes.

"Recuerda esto" le dijo Xu Mu'an, despeinándole el cabello. "La venganza puede esperar."

"El anciano de la familia Cao también entró en la Torre de Babel. ¿Crees que atacará a padre allí?" preguntó Xiao Xiaojin.

Xiao Xiaodong suspió. Su hermano se preocupaba demasiado por su padre.

"No lo creo. Aunque su nivel de cultivo sea menor, no es inferior a un cultivador de Alma Naciente en circunstancias extremas. Estará bien" respondió con calma.

"Tienes razón" asintió Xiao Xiaojin.


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